Muchas personas se pueden espantar de la relación entre sexualidad y espiritualidad, y esto se debe a que en algunas religiones se relaciona a sexo con demonio.
Existe un mito, en relación al temor de los dioses de que los humanos nos volvamos semejantes a ellos. Al inicio los humanos éramos criaturas andróginas y unificadas. Y como se volvían cada vez criaturas más poderosas e iban a usurpar el lugar de los dioses, éstos decidieron dividir a los humanos en mitades: hombre y mujer. Y ya divididos no pudimos competir con los dioses y quedamos con la sensación de incompletos, y con el anhelo de recuperar la integridad perdida. Buscando siempre la otra mitad, para volver a experimentar nuestra totalidad casi divina. Por ello la sexualidad es resultado de esa sensación de ser incompletos y el deseo de la integración, la añoranza de la naturaleza divina. ¿Qué es nuestra espiritualidad si no algo que surge de una sensación de división y se manifiesta por un impulso hacia la totalidad y el ansia de una esencia divina?
Scott Peck, El crecimiento espiritual, pag. 249, 1993. Emecé, Colombia.
Qué implica la sexualidad integral?
La sexualidad es el implica mucho más que genitalidad y que tener relaciones sexuales.
